Del campo al mar: 5 hoteles en las afueras de la ciudad con buena relación precio-calidad
Las MaríasMarcos Paz, Buenos AiresCuatro silos convertidos en coquetas suites son el destino perfecto para escapar de la rutina rodeados de campo, sin alejarse demasiado de la ciudad....
Las Marías
Marcos Paz, Buenos Aires
Cuatro silos convertidos en coquetas suites son el destino perfecto para escapar de la rutina rodeados de campo, sin alejarse demasiado de la ciudad.
El sitio comenzó como un proyecto para pasar los fines de semana en familia. A 45 km de CABA, Silvana del Greco y Norberto Devesa, encontraron una casa estilo Tudor de la década de 1930-1940. Restauraron la propiedad y compraron algunas tierras contiguas.
Luego se animaron a transformar unos silos de chapa galvanizada en desuso. Convertirlos en suites fue un desafío solo posible para una pareja de entendidos: arquitecta ella, ingeniero él. Trasladaron las estructuras hasta un sitio adecuado y les construyeron un deck en altura que oficia de ingreso y alberga el jacuzzi privado.
El interior está diseñado en dos plantas: arriba el dormitorio estilo nórdico y abajo, el living, una mini cocina y baño completo. Tienen aire acondicionado frío-calor, wifi y Smart TV.
El lugar cuenta con dos piscinas, una está cubierta y climatizada para los días fríos. Mini sauna, lago artificial y muchísimos animales.
Vidal 900, a 5 km de la RP 40. T: (11) 5909-3353.
IG: @estancia_lasmarias
Elena HotelAzul, Buenos Aires
Precioso hotel de tres habitaciones que funciona en una casa histórica de principios del siglo XX, de ambientes elegantes y atención personalizada.
Vale la pena llegar a la ciudad solo para alojarse en esta preciosa casa, construida al estilo de las pequeñas villas italianas. Aquí funciona un hotel boutique de sólo tres habitaciones, atendido por sus dueños, José y Patricia Squirru.
Ubicada en el corazón de Azul, la residencia data de principios del siglo XX, hecha con materiales nobles y torreta. Su silueta de línea romántica-toscana se destaca en el perfil urbano.
Las habitaciones, acondicionadas con gusto y estilo, mantienen el espíritu del edificio. La terraza, el jardín de rosas, el parque con frutales y el comedor con hogar a leña son parte de los espacios dispuestos para el disfrute de los huéspedes. Todas las mañanas se sirve el desayuno con las delicias de la cocina casera.
Dos razones más para visitarlos: la galería de arte propia donde se organizan muestras de artistas locales y la colección de películas a disposición de los viajeros.
Burgos 716. T: (2281) 31-7178.
IG: @elena_hotel.azul
Casa CamarónMar del Plata
Es la típica casa marplatense de los años 40. Hoy reconvertida en hotel, se adaptó a las necesidades modernas con una impronta que mixtura la estética surfer con su encanto original.
Por fuera está revestida en piedra y cuenta con dos terrazas desde donde se ve el mar de playa Varese, a una cuadra de distancia.
Ubicada frente a la icónica villa Álzaga Unzué (1919), Casa Camarón es un proyecto familiar que aspira a que el viajero se sienta como en casa.
Son solo 10 habitaciones y varios espacios comunes decorados con calidez y obra de artistas locales. Además, un patio con parrilla, horno pizzero y anafes, a disposición de los huéspedes.
Gascón 604. T: (223) 451-2016.
IG: @casacamaron
Casa CrespoCarmen de Patagones
Ubicada en el casco histórico de la ciudad, esta antigua casona cuyos orígenes se remontan a fines del siglo XVIII fue convertida hace unos años en un precioso hotel boutique. Las seis habitaciones se pueden armar en formato doble, triple o cuádruple, según las necesidades.
Considerado patrimonio histórico, el edificio conserva la fachada original e innumerables detalles antiguos. El recién estrenado restó bar ofrece sándwiches, ensaladas y repostería; próximamente se ampliará la carta con un menú de platos principales.
Desde el hotel entusiasman al huésped a conocer la singular historia de la ciudad e invitan a recorrer la costa atlántica que lleva desde aquí a la vecina Viedma en Río Negro.
Mitre 114. T: (2920) 26-1326.
IG: @casacrespo_hotelboutique
Casa LaurelChascomús
Precioso hotel diseñado en la vivienda que perteneció al ex presidente Raúl Alfonsín, allí donde habitó con su familia entre la década de 1950 y 1976.
En el casco histórico de Chascomús, a metros de la plaza Independencia, la antigua casa fue reconvertida en un precioso hotel boutique. Semejante proyecto fue idea de Gastón “Gato” Sessa, el ex arquero de Gimnasia y Esgrima de La Plata (GELP), Vélez, Racing y River. Sessa y su mujer, María Eugenia Muñoz, compraron la propiedad. Antes de comenzar las obras, adquirieron también la casa contigua, y luego se lanzaron a la aventura.
La fachada y gran parte de la estructura original se conservó intacta, lo mismo que la puerta principal de hierro forjado y el zaguán con mayólicas art Nouveau.
Por dentro, los espacios comunes y las trece habitaciones (superior y lujo, algunas con terraza individual) fueron ambientadas con un tono contemporáneo.
Todos los cuartos cuentan con tina, en algunos casos exenta, y lámparas caladas de origen marroquí. Los acolchados y las sábanas de calidad completan la propuesta pensada para el relax total.
La suite presidencial se armó en el espacio donde antiguamente funcionó el cuarto de Alfonsín. Allí todo remite a esa época, si bien los muebles no son los del expresidente.
Especial cuidado se puso en la elección de los objetos decorativos y en las obras de arte que visten todos los espacios comunes. Los ambientes son el resultado del trabajo conjunto de María Eugenia y la arquitecta Sofia Medici, y tienen un carácter decididamente actual con detalles de gran belleza. El lugar, exhibe, además, obras de artistas locales que fueron elegidas con especial cuidado y les otorgan a los ambientes un clima único.
El restaurante está abierto también a no huéspedes durante las cuatro comidas con flexibilidad de horarios y una carta que apunta a conservar el espíritu local a la hora de comer, pero con ciertos refinamientos.
El menú diseñado por el chef Juan Augusto García cuenta como producto estrella al pejerrey en distintas variantes, plato que se lleva las de ganar haciendo honor a este pueblo lagunero. Se lo puede probar en la versión de rolls rellenos con ricota y espinaca o a la plancha rociado con limón y acompañado con vegetales. Para los carnívoros, el tournedos de lomo con panceta es otro protagonista.
La hora del té es particularmente tentadora, además de ser una de las pocas opciones de la localidad donde es servida. La pastelería está a cargo María Eugenia Gerosa –Maruje–- una chascomunense, responsable de las delicias que se sirven cada tarde. Torta de chocolate y frambuesa, de almendras y dulce de leche, tartas de frutilla, strudel, lemon pie, bombones de chocolate belga pintados a mano junto a una selección de tés de variedades misioneras, convierten a esa hora del día en una propuesta para tener en cuenta.
Los varios livings fueron pensados para distenderse y buscan recrear esa sensación de intimidad que reina en las casas.
En el primer piso, la terraza al aire libre invita a esperar el atardecer, una costumbre que se extiende a los días fríos, cuando se enciende la estufa a leña y los viajeros encuentran una variedad de mantas para no perderse esa hora del día.
Para los meses cálidos está disponible la pequeña piscina donde es posible sobrellevar el calor de la pampa húmeda.
El antiguo despacho de Alfonsín se conservó con objetos que recuerdan su trayectoria. Se pueden encontrar objetos que le pertenecieron: el poncho y la campera que usó durante la campaña de 1983, su montura, el diario Clarín con la victoria radical en primera plana, la boleta para votar con su fórmula en 1983, entre otros.
Lavalle 227. T: (2241) 68-3696.
IG: @casalaurelhotel