Con un gran marco en el Teatro Colón, Renault presentó el Megane E-Tech, su modelo mediano 100% eléctrico que embandera la nueva era de electrificación que inició la marca. Su llegada no sólo implica la adhesión de un nuevo vehículo electrificado al mercado, sino que es el primero en arribar a tierras argentinas con la nueva identidad del rombo.

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Este es uno de los tantos lanzamientos que la automotriz tiene diagramado para este año. Semanas atrás, se presentó el Kwid E-Tech, también 100% eléctrico, y en su listado para 2024 figuran otros nombres como Kangoo eléctrico, Kardian y Arkana. Todas estas novedades, por su lado, están enmarcadas en un contexto de retracción de ventas y un mercado golpeado.

En medio del evento de lanzamiento, LA NACION participó de una breve rueda de prensa con Pablo Sibilla, director general y presidente de Renault Argentina. El también vicepresidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) contó algunos detalles de la reunión que representantes del sector mantuvieron la semana última con Luis Caputo, ministro de Economía, así como la situación de Renault en torno a proveedores, sus proyecciones respecto al mercado y los planes para la marca.

Uno de los temas más complejos en términos de competitividad que la industria automotriz enfrenta en la Argentina es la presión impositiva. Cada auto que exporta el país lo hace con una carga de entre 22% y 25% de impuestos, cuando Brasil lo hace con un 7% y México, con 0. “Ese fue un tema que planteamos”, comentó Sibilla.

No obstante, el presidente de Renault aclaró que la reunión “no fue para pedir”. “Entendemos que el Gobierno está hace cuatro meses y la mayoría de los problemas que tiene la economía argentina vienen de años de arrastre. Lo que solicitamos fue una estrategia a largo plazo, entendemos que hay prioridades”, explicó. “Los vi (al Gobierno) bastante a la escucha. Presentamos varios temas y los noté genuinamente interesados en algunos de ellos”, añadió.

Al mismo tiempo, reconoció que la situación heredada por la administración de Javier Milei “es compleja”, pero que, de a poco, “algunos indicadores les están dando bien”. “Hay que darle confianza y tiempo para que se ajusten algunos indicadores. Como industria planteamos que con una mano se maneje el corto plazo y con otra, el largo plazo. Hay países como Brasil que lanzaron un plan a 2030 con una clara definición de hacia dónde quieren ir como industria automotriz. Nuestro pedido es que hagamos algo similar en la Argentina”, concluyó.

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Además, confirmó que un equipo conformado por Adefa y el Gobierno está trabajando en conjunto para definir los lineamientos de esa estrategia a largo plazo pedida por el sector.

Otro de los puntos destacados del diálogo con Sibilla giró en torno a la situación del mercado y la economía argentina. Durante el primer trimestre de este año, las ventas cayeron un 30% en relación a 2023 y las automotrices se enfrentan a un escenario complejo. Los primeros meses del año estuvieron signados por plantas paradas, producción limitada y hasta recortes internos.

En el caso de Renault, se decidió no renovar contratos de operarios en la planta de Santa Isabel y ofrecerle retiro voluntario a algunos de sus empleados. Según estimaciones de la automotriz, ambas medidas abarcan aproximadamente a un 10% de su personal total. En Córdoba, la automotriz produce los modelos Kangoo, Stepway, Sandero, Logan y las camionetas Alaskan y Frontier (en la línea de pick ups que comparte con su aliada internacional Nissan).

No obstante, las proyecciones a futuro son optimistas. “El mercado paró de caer y, de hecho, en los últimos meses nos sorprendió positivamente el tamaño. Nosotros hablamos con bastantes economistas y algunos siguen hablando de un rebote a partir de junio o julio, en una ‘V’ bastante pronunciada”, comentó el ejecutivo. Además, señaló que, de mejorar las condiciones económicas de la empresa, ofrecerían nuevos contratos a aquellos operarios a los cuales se decidió no prorrogarles el vínculo en este momento.

Ese famoso rebote está apalancado en las estrategias que las automotrices emplearon en marzo y abril. Son cada vez más las opciones de financiación a tasa cero, entregas aseguradas y promociones que impulsan la compra de vehículos, además de que hay una mayor oferta y disponibilidad de unidades.

Por otro lado, Sibilla reconoció que todavía tienen deuda con proveedores impaga desde el año pasado y que siguen vigentes los planes de pago a 180 días. “Ahora, la decisión es tuya. Tenés una deuda de inicio, un flujo financiero que te da, o no, un aumento en tu deuda y depende de vos y tu casa matriz si querés endeudarte más o no antes de que la deuda empiece a bajar”, sintetizó.

Entre tanto, señaló que medidas como los bonos Bopreal y los pagos que el Gobierno soltó para las pymes permitió “apagar ruidos en muchas empresas que adeudaban grandes sumas”. “Hoy no tenemos ningún proveedor que nos esté desabasteciendo por falta de pagos”, completó. Por último, comentó que, para algunos autos, “el mercado da para aumentar la importación” e intentó aportar un poco de calma: “No hay que entrar en pánico por cuatro meses de Gobierno”. “Tenemos planes de acción definidos y creemos que el mercado se va a acomodar”, cerró.