Si bien los perros suelen ser conocidos por su destacado olfato, su capacidad auditiva no se queda atrás. Para empezar, ellos pueden escuchar cosas que nosotros no podemos y experimentar el mundo de manera completamente diferente. Posiblemente, ya sepas qué sonidos le molestan a tu perro, ¿pero qué pasa con aquellos que le encantan?

Conocer los sonidos que afectan positivamente a nuestras mascotas puede ayudar a crear ambientes cómodos para ellas, lo que, en definitiva, favorece su bienestar. Claro que no todos los perros son iguales y habrá diferencias, pero algunos sonidos suelen ser universales como para que todos los perros puedan disfrutar.

Música relajante

Al igual que los humanos, algunos perros disfrutan de la música suave y relajante. La música clásica, el jazz suave, el reggae o las melodías ambientales pueden ayudar a calmar a los perros ansiosos o nerviosos, creando un ambiente tranquilo y relajante en el hogar. Muchos propietarios encuentran que poner música suave durante momentos de estrés, como tormentas eléctricas o visitas al veterinario, puede ayudar a calmar a sus mascotas.

Voces de personas

Los perros son criaturas sociales que, a lo largo de los siglos de convivencia con las personas, han aprendido a responder positivamente a sus voces. En particular, les encanta escuchar la voz de sus cuidadores, especialmente cuando se les habla con tonos suaves y cariñosos. Los elogios, las palabras de ánimo y el tono afectuoso pueden fortalecer el vínculo entre los perros y sus dueños, y a menudo son recibidos con entusiasmo por parte de los caninos.

Según la página Experto Animal, un estudio publicado en 2023 advirtió a través de pruebas de resonancia magnética que las diferencias en tonos de la voz humana tienen un impacto en la actividad cerebral de los caninos. En especial, los perros suelen ser más sensibles a las voces agudas y amables, de ahí que su reacción neuronal fuera mayor cuando escucharon voces de mujeres.

Sonidos naturales

Los sonidos de la naturaleza, como el canto de los pájaros, el susurro del viento y el murmullo de un arroyo, a menudo tienen un efecto tranquilizador en los perros. Estos sonidos evocan el entorno natural en el que los perros se sienten más cómodos y seguros, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés en su vida diaria.

Sonido de envases de plástico

Los perros aprenden por asociación y, en cuanto escuchan un envase de plástico abrirse, acuden de inmediato para ver si consiguen comida. Saben que su bolsa de alimentos hace ciertos ruidos que les indican que es hora de comer y ya se ponen de buen humor a olfatear lo que quizás tengamos para ellos. Esto sucede, incluso, cuando manejamos otros plásticos debido a que los perros no saben diferenciar exactamente todos los sonidos, pero pueden concluir que cualquiera de estos ruidos anuncia el horario de su alimentación.

Sonidos de juego

Para muchos perros, los sonidos asociados con el juego y la diversión son irresistibles. El sonido de una pelota rebotando, un juguete chirriante o el crujido de una bolsa de golosinas puede desencadenar emociones de anticipación en los perros, preparándolos para una sesión de juego emocionante con sus dueños.

Sonidos familiares

Los perros son criaturas de hábitos y rutinas, y a menudo se sienten reconfortados por los sonidos familiares de su hogar. El timbre de la puerta, el sonido de los pasos de sus dueños y el zumbido de los electrodomésticos son todos sonidos que les resultan familiares y reconfortantes, creando un ambiente familiar y acogedor en el que pueden sentirse seguros.