Mudarse de casa es un proceso complejo, y cuando hay mascotas involucradas, el desafío puede ser aún mayor. Los gatos, en particular, son animales muy territoriales que tienden a sentirse cómodos con la rutina y con su entorno familiar. Por eso, los cambios significativos, como una mudanza, pueden desencadenar estrés y ansiedad en nuestros pequeños amigos felinos.

Los gatos son animales de costumbres, lo que se explica por su fuerte instinto territorial y su marcada capacidad de aprendizaje asociativo. Estos animales tienden a establecer un vínculo profundo con su entorno, mediante señales olfativas y visuales para marcar su territorio. Por ello, moverse a un nuevo lugar implica no solo una alteración de su cotidianidad, sino también la pérdida del espacio que consideran seguro. Un ambiente diferente presenta nuevos olores, ruidos y objetos desconocidos, lo cual altera su sistema de referencia y puede ser desconcertante para ellos.

Además, los gatos tienen una sensibilidad especial para percibir las emociones de sus dueños. Si este está estresado, es probable que también “contagie” al animal. La mudanza puede ser una situación complicada, llena de tensión y trabajo, y el felino puede notar los cambios en el comportamiento de su humano, su tono de voz e incluso en la rutina de atención que normalmente recibe, de acuerdo al medio WebMD.

El tamaño del nuevo espacio y sus características también pueden influir en el nivel de estrés del gato. Mudarse de un lugar grande a uno pequeño podría ser más estresante, ya que el animal percibirá una disminución de su área de exploración. Sin embargo, el acceso a un jardín puede compensar esta reducción del espacio interior, ya que proporciona oportunidades para la aventura y la actividad física, dos aspectos fundamentales para el bienestar del animal.

En este contexto, el estrés generado por una mudanza puede llevar a problemas de comportamiento, como agresividad, marcar el territorio con orina, esconderse por largos períodos de tiempo, o incluso dejar de comer, según información de la ONG Blue Cross. A nivel de salud, un gato muy estresado puede desarrollar cistitis idiopática, una afección que suele estar relacionada con este tipo de situaciones.

Consejos para evitar el estrés del gato durante la mudanza

Como el felino puede estresarse en este período, es importante tomar medidas que ayuden a que atraviese el proceso de una manera segura y tranquila, de acuerdo al sitio web Ferndale Kennel’s and Travel. A la vez, recordar que cada mascota es única, y su capacidad para adaptarse al cambio dependerá de su personalidad y experiencias previas.

Preparar un espacio seguro previo a la mudanza: Antes de comenzar a empacar, se debe habilitar una habitación donde el gato pueda sentirse seguro, con sus juguetes, cama y arenero. Es importante evitar que este espacio se vea alterado durante el proceso de empaque para que tenga un lugar donde refugiarse.Mantener la rutina lo más estable posible: A pesar del caos de la mudanza, es fundamental intentar que la rutina de alimentación y juego del gato sea la misma. Los felinos encuentran confort en la rutina, y mantener estas pequeñas costumbres ayudará a reducir su ansiedad.Presentar el transportín con anticipación: Si el gato no está acostumbrado al transportín, se recomienda introducirlo semanas antes. Colocar premios o su manta favorita dentro ayudará a que asocie el transportín con algo positivo y no lo vea como una amenaza.Evitar el caos del día de la mudanza: Durante el día de la mudanza, lo ideal es que el gato se quede en un lugar tranquilo, lejos del ruido y del movimiento constante de muebles y personas. Se puede llevar a casa de un amigo o familiar por unas horas, o mantenerlo en una habitación cerrada con sus cosas.Prepara el nuevo espacio antes de que llegue el gato: Es importante tener un espacio listo para tu mascota en la nueva casa antes de que llegue. Se debe preparar una habitación con su cama, arenero, comida y agua, para que se sienta seguro desde el primer momento.