Copa Sudamericana: Lanús no cumplió su objetivo del semestre y fue eliminado dejando sabor a poco
Enfocado desde hace rato en la Copa Sudamericana, Lanús no cumplió con su objetivo. La posibilidad de salvar el año en el frente internacional se extinguió con una derrota que ni siquiera le de...
Enfocado desde hace rato en la Copa Sudamericana, Lanús no cumplió con su objetivo. La posibilidad de salvar el año en el frente internacional se extinguió con una derrota que ni siquiera le dejó el consuelo de haber hecho un buen partido. Nunca le encontró la vuelta a Cruzeiro, que fue más práctico y funcional. Se puso en ventaja cuando le ofrecieron una grieta y después no se equivocó casi nunca para contrarrestar los desarticulados ataques locales.
Lanús rindió mejor en Belo Horizonte, de donde volvió con un estimulante 1-1, que ante su gente en la Fortaleza. Un equipo irresoluto y a mitad de camino en todo, para defender y atacar. Apenas si le cabe el atenuante de las ausencias por lesiones (Loaiza, Morgantini, Salvio, Abel Luciatti y Neri Domínguez). Ricardo Zielinski, ya puesto a hacer un balance, se quejó porque a su equipo no le convalidaron seis goles en el torneo, se sintió víctima de los arbitrajes. El paraguayo Benítez no tuvo incidencia en la última derrota. Campeón en 2013 y finalista en 2020 de la Copa Sudamericana, Lanús se despidió dejando sabor a poco. “Mucha bronca, porque la ilusión era muy grande”, expresó el capitán Carlos Izquierdoz.
Cruzeiro había eliminado a Boca en los octavos y ahora pone los pies en la final de Asunción, a la espera de Racing (2) o Corinthians (2). Brasil sigue derramando representantes en las instancias decisivas de las copas continentales. Incluso ubica a este Cruzeiro que no había ganado en los cinco partidos que lo dirigió Fernando Diniz y marcha octavo en el Brasileirao. El equipo de Belo Horizonte vuelve a una final de la Conmebol después de 15 años, desde la derrota frente a Estudiantes en la definición de la Copa Libertadores.
Como si sintiera el peso de la responsabilidad por lo que estaba en juego, Lanús fue demasiado pasivo en el primer tiempo. “El entorno daba para otra cosa de parte nuestra, le pedimos disculpas a la gente, que dio todo”, reconoció el arquero Nahuel Losada. Propuso poco Lanús y sobre el cierre de los 45 minutos iniciales se llevó el golpazo del gol de Cruzeiro, que perforó la zaga central que integran Izquierdoz y Muñoz con una aceleración de Gabriel Verón y la definición de Kaio Jorge; ni la tapada de Losada ni el rebote en Muñoz impidieron que quien ya había marcado en la ida mandara a Lanús al descanso con una preocupación importante.
Lo más destacado de Lanús 0 - Cruzeiro 1
Lanús no le discutió a su rival la posesión de la pelota. Prefirió agruparse y esperar su momento, sin forzar demasiado. La iniciativa de Cruzeiro era sin profundidad, con mucha lateralización del juego. Lanús especulaba con que el adelantamiento de la línea defensiva visitante hasta la zona de los volantes le ofreciera la hendija para filtrar algún pase a campo descubierto. Fue lo que ocurrió con la muy buena asistencia de Carrera a Boggio, que definió al cuerpo de Cassio. En un desarrollo cerrado, esa ocasión desperdiciada era para lamentar. Se generaba poco juego para el siempre amenazante Bou y Marcelino Moreno, la individualidad con mejor pegada, era intermitente. Igual, el N°10 reventó el travesaño con un derechazo que Cassio alcanzó a arañar.
Cruzeiro amasaba la pelota ante un Lanús que no terminaba de meterse en el partido, impacientaba a sus hinchas. Para peor, cuando Cruzeiro fue más incisivo en tres jugadas consecutivas sobre el final de la primera etapa, encontró el gol con relativa facilidad, atravesó el corazón de la defensa local como si fuera un sector intrascendente del campo.
Obligado, Lanús aceleró el ritmo en el segundo período, puso más jugadores en campo rival, con el riesgo de descompensarse. Ya no lo servía la cautela y Cruzeiro interpretó que dar un paso atrás para defenderse más agrupadamente le iba a dar la opción de algún buen contraataque. Lo tuvo con la defensa de Lanús abierta en un disparo cruzado de Matheus Pereira, de técnica incisiva, que despejó Losada.
Zielinski sumó a una de las promesas de las inferiores, Dylan Aquino, y a un delantero (Torres) por uno de los volantes del doble pivote (Gonzalo Pérez). El juego de Lanús no mejoró, todo le costaba mucho: sacar la pelota limpia desde atrás, sumar alguna cuota de creatividad en el medio, preocupar con sus delanteros.
Cruzeiro cubrió bien los espacios, interrumpió los aislados intentos de Lanús de juego asociado y por la vía aérea tampoco pasó zozobras. La impotencia de Lanús fue en aumento. Vacío de ideas y sin el empuje necesario para una reacción anímica. Apenas un remate de Bou en el descuento. Muy poco. Los últimos 12 partidos sin victorias entre la Liga Profesional y la Copa Sudamericana son su fiel radiografía.