Conurbano, tierra de nadie. Delincuentes le dispararon a un concejal de Morón durante un intento de robo
La inseguridad en el conurbano sigue en ascenso y, en las últimas horas, se conoció que dos delincuentes le dispararon al concejal del bloque Juntos por el Cambio en el partido bonaerense de Mor...
La inseguridad en el conurbano sigue en ascenso y, en las últimas horas, se conoció que dos delincuentes le dispararon al concejal del bloque Juntos por el Cambio en el partido bonaerense de Morón Leandro Ugartemendia durante un intento de robo en Villa Luzuriaga. De milagro, el dirigente político resultó ileso.
Según informó el sitio local, Primer Plano, el hecho ocurrió sobre la calle Bermúdez, en el cruce con Atenas, lugar en el que el excandidato a intendente de esa ciudad concurría al comercio de una familia amiga.
En diálogo con Noticias Argentinas, Ugartemendia explicó cómo ocurrió el intento de robo. El concejal dijo que aparecieron dos muchachos corriendo, cuando descendió de su vehículo tras estacionarlo.
Los delincuentes frenaron y lo intimidaron a punta de pistola con sacarle la llave del auto. “Dámela o te quemo”, fue la amenaza, de acuerdo al relato del concejal. En ese momento, Urgatemendia huyó “a la vereda de enfrente y siguió alejándose”, consignó, a la vez que agregó: “Me corrían detrás, y yo revoleé el teléfono arriba de un techo y, a los pocos metros, hice lo mismo con la llave”.
“Antes de llegar a la esquina me llamó la atención, no escuchar nada. Entonces me di vuelta y volví a cruzar la calle. Ahí es cuando escuché la detonación”, continuó el funcionario público.
Sin embargo, aseguró que no sabe dónde impactó el proyectil, al tiempo que no halló el casquillo, aunque sintió un “cagazo bárbaro”. La Policía explicó que los ladrones escapaban tras cometer otros ilícitos y necesitaban un auto para fugarse más rápido.
En sus redes sociales, el concejal, sumó: “Si gobiernan los K y como en Morón, se suma el sabbatellismo, sufrir un hecho de inseguridad es más probable. Ayer me tocó en Luzuriaga. 2 mugrientos armados, me corrieron, me dispararon y no me dieron. Está la denuncia realizada. Como dije alguna vez, por suerte me tocó a mí”.
Si gobiernan los K y como en Morón, se suma el sabbatellismo, sufrir un hecho de INSEGURIDAD es más probable.
Ayer me tocó en Luzuriaga. 2 mugrientos armados, me corrieron, me dispararon y no me dieron.
Está la denuncia realizada.
Como dije alguna vez, por suerte me tocó a mi.
Fueron 20 disparos en quince segundos. Así asesinaron a un comandante mayor de la Gendarmería cuando se resistió a que un grupo de asaltantes le robara su auto, un Toyota Etios, en el que circulaba por El Palomar, en el conurbano bonaerense el jueves.
“Levanta las manos. Levanta las manos”, gritó uno de los cuatro asaltantes que cruzó la marcha del vehículo en el que viajaba el efectivo de la Gendarmería. Sentado en el asiento delantero, el comandante mayor abrió fuego contra los cuatro delincuentes que le apuntaban con sus armas.
Así comenzó el tiroteo que se extendió por no más de quince segundos. Eran las 18.21 cuando los cuatro delincuentes descendieron del Nissan March en el que habían salido a robar por la zona y le apuntaron a los dos ocupantes en la esquina de Atahualpa y Villegas. Los delincuentes no sabían que ambos eran efectivos de la Gendarmería que estaban de civil porque estaban de franco.
La víctima, que habría sido identificada por fuentes policiales como Guillermo López, de 55 años, regresaba a su casa, después de haber trabajado en el área de Seguridad e Higiene del Edificio Centinela, en Retiro. Viajaba acompañado por un sargento que conducía el Toyota Etios y que trabaja en el comando central de la Gendarmería en Retiro.
Los cuatro asaltantes atacaron a cara descubierta. Todos estaban armados y por lo menos dos de ellos usaban guantes. Un quinto cómplice conducía el Nissan March que usaron para concretar el ataque.
Después de balear al comandante mayor de la Gendarmería, los delincuentes huyeron en dirección a Ciudadela, donde abandonaron e incendiaron dicho vehículo con el objetivo de borrar sus huellas.
El homicidio fue grabado por una cámara de seguridad instalada en Atahualpa al 2000, mientras que el momento en el que los delincuentes incendiaron el automóvil usado en asesinato fue registrado por un transeúnte.
Hasta el momento, no hay detenidos. No obstante, los investigadores policiales y judiciales no descartan la posibilidad de que los autores del homicidio sean los integrantes de una banda que cometió una sucesión de asaltos a mano armada contra vecinos de Morón, Ciudadela y Ramos Mejía, todos con el mismo objetivo: robar los automóviles.