Dormir en sábanas limpias es fundamental para la salud y el bienestar. Un experto en higiene del hogar recomienda lavar la ropa de cama al menos una vez a la semana. Esta práctica ayuda a mantener a raya la acumulación de gérmenes, bacterias y alérgenos que pueden estar presentes en las sábanas. Si las personas sudan durante la noche, pasan mucho tiempo en la cama o duermen desnudas, podrían considerar lavarlas con mayor frecuencia.

La razón detrás de la limpieza periódica de las sábanas

Las sábanas son el lugar donde transcurre un tercio de la vida, y aunque puedan parecer limpias a simple vista, están expuestas a una variedad de contaminantes. “La combinación de sudor, saliva, células muertas de la piel y hasta restos de comida las convierte en un entorno propicio para el crecimiento de gérmenes”. Según afirmó a CNN, Manal Mohammed, profesor de microbiología médica en la Universidad de Westminster.

Un estudio de la Unidad de Seguridad Microbiológica, Instituto Pasteur de Lille, reveló que las camas pueden albergar bacterias como el Estafilococo dorado, que causan infecciones en la piel y otros problemas de salud.

Además, otros tipos de bacterias, como E. coli, también pueden estar presentes, aumentando el riesgo de infecciones, indican investigaciones del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental, Universidad de Ibadan, Nigeria.

¿Con qué frecuencia se deben lavar las sábanas?

Se estima que un tercio de la población puede portar Estafilococo dorado, lo que facilita su transferencia a las sábanas y otros textiles de la casa. Además, la acumulación de células de piel en las camas atrae a ácaros del polvo, que pueden provocar alergias e incluso asma.

Para evitar que la cama se convierta en un foco de contaminación, los expertos sugieren que además de lavar las sábanas semanalmente, es recomendable ventilar la cama cada mañana. Al retirar el edredón y permitir que las sábanas respiren, se reduce la humedad, creando un ambiente menos propicio para bacterias y ácaros.

La limpieza del colchón también es esencial. Un buen consejo es utilizar fundas lavables, que deben limpiarse cada dos semanas, para ayudar a controlar la proliferación de microbios. Además, aspirar el colchón y la base de la cama mensualmente puede eliminar alérgenos y polvo acumulado. Si el colchón tiene más de diez años, es bueno considerar su reemplazo.

Otros hábitos relacionados con la limpieza de la cama

El cuidado de la ropa de cama no solo implica lavarla regularmente. También es importante hacerlo a temperaturas adecuadas. Se recomienda usar agua caliente para eliminar eficazmente los gérmenes (entre 40℃ y 60℃). Además, se aconseja no sobrecargar la lavadora y asegurarse de que las sábanas estén completamente secas antes de usarlas.

Aparte de estas medidas, algunos hábitos pueden ayudar a mantener la ropa de cama más limpia entre lavados:

Tomar una ducha antes de dormir.Evitar meterse en la cama con ropa sudada.Eliminar lociones o aceites antes de acostarse son prácticas recomendadas.No comer ni beber en la cama.Mantener a las mascotas alejadas de las sábanas.

Así, para disfrutar de un descanso reparador y proteger la salud, es vital mantener las sábanas limpias. Lavar la ropa de cama cada semana, adoptar buenos hábitos de higiene y cuidar el entorno de la cama contribuirán a un sueño más saludable y placentero.