Como nunca los vimos. Harry y Meghan: clases de salsa, besos en público y las mejores fotos de su gira en Colombia
Desde que cuatro años atrás dijeron adiós a su rol de miembros senior de la Casa Real británica, los duques de Sussex probaron, con mayor y menor suerte, distintos emprendimientos, relanzaron s...
Desde que cuatro años atrás dijeron adiós a su rol de miembros senior de la Casa Real británica, los duques de Sussex probaron, con mayor y menor suerte, distintos emprendimientos, relanzaron su página web y le dieron nuevos bríos a su fundación Archewell, empeñados en seguir con las distintas causas que abrazan. Después de un 2023 para el olvido, pareciera que este año encontraron un nuevo recurso para posicionarse como los líderes que quieren ser: las visitas internacionales “a medida” y en los que pueden tocar los temas que los desvelan. Invitados por Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia y ministra de Igualdad de ese país, el pasado jueves se embarcaron en un tour de cuatro días por Bogotá, Cartagena y Cali, donde participaron en conferencias sobre ciberacoso, explotación en línea y sus repercusiones en la salud mental.
“Conocí a Harry y a Meghan a través de los medios, pero sobre todo vi la serie en Netflix sobre su vida y me conmovió. Es una mujer que merece venir a nuestro país y contar su historia fortalecerá a muchas mujeres en el mundo”, dijo la vicepresidenta. Esta nueva experiencia internacional de los Sussex, que The Telegraph bautizó “giras do it yourself” (la primera fue en mayo, cuando visitaron Nigeria), recuerda a las visitas oficiales en cuanto al trato que reciben, la difusión que se les da y las ceremonias en las que participan, pero tiene la ventaja que ellos tocan solamente aquellos tópicos que les interesan.
IMPONENTE SEGURIDAD Y DISCURSO EN ESPAÑOLComo si fueran jefes de Estado, el sábado llegaron en auto y en medio de un espectacular operativo (era una caravana de doce vehículos) a la histórica Cartagena de Indias, donde visitaron un centro de formación musical y los alumnos de la Escuela Taller Tambores de Cabildo de la Boquilla actuaron para ellos. Sonrientes y sin hacer caso al termómetro que marcaba más de 30 grados, los Sussex tocaron los timbales y se entregaron al ritmo festivo mientras soldados armados de la Infantería y la Armada colombiana, y unos 250 agentes y escoltas privados no les perdían pisada.
Según los medios, el alcalde Dumek Turbay ya había anunciado medidas especiales de seguridad, como blindar la ciudad, desplegar tres mil policías en puntos estratégicos, y una unidad de defensa lista ante un posible ataque nuclear, químico o bacteriológico. Ese mismo día fueron a San Basilio de Palenque, a una hora de distancia, y visitaron la Casa Cultura y la plaza Benkos Biohó para conectar con las raíces africanas de Colombia. “Entendemos muy bien la importancia y significado de este pueblo. Nos quedó claro lo que representa para Colombia y para el mundo”, expresó Meghan. El príncipe Harry, en tanto, aseguró: “Se siente como si conociese todo el país. Lo que estamos viendo acá es una comunidad, no olviden que son más fuertes juntos, unidos los unos con los otros”.
El domingo, en Cali, Meghan fue la gran protagonista en el Teatro Municipal, donde se llevó a cabo el foro Mujeres Afro y Poder. En perfecto castellano , la nuera de Carlos III dijo: “Estamos en este país mi marido y yo, y puedo sentir este abrazo de Colombia que es increíble, así que muchas gracias. La cultura, la historia... todo fue como un sueño en este viaje. Perdonen si mi español no es perfecto, lo aprendí hace veinte años en Argentina”. Más tarde, dijeron presente en un festival de música y se reunieron con jóvenes locales.
MODA “DIPLOMÁTICA” Y EL RECUERDO A DIANATal como aprendió en sus tiempos en palacio, Meghan tomó nota de los diseñadores locales y los incluyó en sus compromisos, que hicieron que se cambiara tres veces por día. Siempre manteniendo su estilo chic, Meg sumó prendas de Johanna Ortiz, Andrés Otalora, Silvia Tcherassi y Juan de Dios, y recurrió a artesanos locales para sus accesorios. Eso sí: lo artesanal no les quitó lugar a las joyas, como unos aros de mariposas en oro y un collar que pertenecieron a su suegra, que sin dudas es uno de sus grandes ejemplos a seguir.