Como Macri con los limones, Milei quiere su propio éxito comercial con Estados Unidos
Hace siete años, el por entonces presidente estadounidense Donald Trump, a propósito de la reunión con su par Mauricio Macri, decía: “Yo le voy a hablar de Corea del Norte, él me va a hablar...
Hace siete años, el por entonces presidente estadounidense Donald Trump, a propósito de la reunión con su par Mauricio Macri, decía: “Yo le voy a hablar de Corea del Norte, él me va a hablar de limones”. Ahora, los pergaminos cambiaron porque ya no está en el poder el “viejo amigo” del norteamericano y porque es Javier Milei quien buscará ser su nuevo amigo, con una renovada agenda exportadora.
Los cítricos dulces y la carne son los productos que el Gobierno puso arriba de la mesa, aunque los negocios podrían expandirse más. El vicepresidente para las Américas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Niel Harrington, dijo: “Tenemos que resolver problemas importantes juntos como la inseguridad alimenticia y energética, y la Argentina tiene un gran potencial para eso”.
Harrington participó del Foro Abeceb que se desarrolló el martes, antes de conocer los resultados a favor de Trump. Sin embargo, aventuró una relación “brillante” entre ambos países. Su palabra cobra relevancia, ya que pertenece a una cámara que nuclea a empresarios estadounidenses. De esta manera, marcó con claridad dos rubros en los que el comercio bilateral puede prosperar: energía y alimentos.
Sobre estos últimos productos el Gobierno concentró su agenda de hace casi un mes, cuando una comitiva del Ministerio de Economía viajó a Washington y mantuvo una reunión con autoridades del Departamento de Comercio norteamericano. “Nosotros les contamos todo lo que estamos haciendo y ven con muy buenos ojos el proceso. En ese marco, se plantearon temas de apertura de mercado y aumento de cuotas para exportación argentina”, narraron miembros del equipo argentino liderado por el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo, y el subsecretario de Comercio Exterior, Esteban Marzorati.
En Washington visitamos el Department of Commerce con el objetivo de continuar fortaleciendo la relación bilateral 🇦🇷 - 🇺🇸 https://t.co/DZjH4cmOau
— Esteban Marzorati (@emarzoratiok) October 9, 2024Los objetivos que dejó ese encuentro, según funcionarios argentinos, fueron acelerar las certificaciones sanitarias para la habilitación de ingreso y comercialización de cítricos dulces argentinos en Estados Unidos y aumentar la cuota exportadora de carne.
“Los limones argentinos son los mejores del mundo. Lo dicen los mercados más exigentes. Pero los cítricos dulces –naranjas, mandarinas y pomelos– no se quedan atrás”, sostiene un documento de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional. Con esos papeles, más la fama del “asado argentino”, se sentaron a negociar Pazo y Marzorati.
El capítulo de los cítricos dulces presenta ribetes de “ventana de oportunidad” y una pintoresca competencia. Uno de los documentos del Ministerio de Economía explica que “la producción (de estos productos) en Estados Unidos se encuentra en declive”. En simultáneo, es el cuarto mayor importador del mundo de estos productos. Quedaría quinto si se considerara a la Unión Europea como bloque. Por lo tanto, este dato sostiene la idea de la existencia de un mercado atractivo al que la Argentina quiere llegar.
Pero, además, en la Argentina se registra un fenómeno particular: se produce relativamente mucho y se exporta poco en comparación con otros países de la región. Según cifras oficiales, es el cuarto con la mayor producción de cítricos dulces del hemisferio sur, con 1,6 millones de toneladas. Sólo lo supera Brasil, Indonesia y Sudáfrica. Por debajo se encuentran Perú, Australia y Chile. Aquí surge un aspecto pintoresco de la historia que podría sumar una “rivalidad” con los trasandinos, además de la pica futbolera.
Pese a tener un volumen de producción menor, Chile registra ingresos por US$270 millones por exportaciones. “Casi la totalidad tienen como destino Estados Unidos”, sostiene el documento oficial del gobierno argentino. En contraste, las exportaciones de cítricos dulces significan para nuestro país unos US$60,5 millones.
En el caso de la carne, el Gobierno persigue aumentar la cuota de 20.000 toneladas anuales que ingresan a Estados Unidos con un arancel más bajo, dado que todo lo que exceda esas cantidades paga un impuesto más alto del 26,4%, según detallaron en los despachos oficiales del Ministerio de Economía.
“Esto nos limita la cantidad de carne que podríamos exportar”, declaró el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), Miguel Schiaritti.
Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna, Estados Unidos fue el cuarto mayor destino de las exportaciones del sector durante el año pasado, cuando totalizó cantidades por 23.481 toneladas. Sin embargo, en lo que va del año hasta agosto (fecha a la que llegan los últimos números relevados), se ubica tercero con 23.055 toneladas comercializadas.
Estos números muestran varias aristas relevantes. En primer lugar, que las exportaciones de carne vacuna a Estados Unidos en ocho meses de 2024 casi igualan a las de todo 2023. En el Gobierno se valen de esto para argumentar ante sus pares estadounidenses de la existencia de una demanda creciente. Además, en el sector privado argentino analizaron que existe otra ventana de oportunidad, ya que, tal como expuso el presidente de la Ciccra, “Australia no completa su cuota”. En consecuencia, la negociación pasa por liberar ese cupo para los productores de nuestro país y aumentar la cuota de 20.000 toneladas.
En un segundo escalafón, las cifras de exportaciones de carne vacuna demuestran que la cuota de 20.000 toneladas es superada fácilmente. Y en tercera instancia, reflejan que China absorbe la mayoría de las cantidades vendidas al exterior, ya que totalizó hasta agosto, 366.510 toneladas. Es decir, 15 veces más que lo enviado a Washington.
En este punto radica una estrategia comercial interesante, según Schiaritti. “Nos permitiría enviar a Estados Unidos parte de la carne que se envía a China, pero a mejores valores”, explicó el representante de la Ciccra. De hecho, en lo que va de 2024 Argentina vendió a China a un precio de US$2.760 la tonelada, mientras que a Estados Unidos, US$5.409. Este último es casi el doble que el anterior.