Generales Escuchar artículo

Cómo evitar romper las cosas, una comedia teñida de absurdo y provocación

Autora y directora: Cecilia Propato Carriére. Intérprete: Rubén De la Torre. Coreografía: Lucila Meira. Iluminación: Luciana Giacobbe. Vestuario: Emma Yorio. Escenografía: Darío Cassini. Sal...

Autora y directora: Cecilia Propato Carriére. Intérprete: Rubén De la Torre. Coreografía: Lucila Meira. Iluminación: Luciana Giacobbe. Vestuario: Emma Yorio. Escenografía: Darío Cassini. Sala: Teatro del Pueblo (Lavalle 3636). Funciones: sábados a las 22. Duración: 50 minutos. Nuestra opinión: muy buena.

Un momento de furia lo tiene cualquiera, si no, recordemos el film Relatos salvajes (2014, Damián Szifrón). Pero cuando esos momentos se repiten, algo parece que le sucede a esa persona. Como en la película mencionada, este unipersonal escrito por Cecilia Propato Carriére entre 2020 y 2024 tiene elementos de una comedia absurda, irónica y provocativa.

Su protagonista es un hombre de unos cuarenta y pico. Se llama Dardo Benítez, cuyas iniciales son iguales a las del músico que más admira: David Bowie. La cuestión es que Benítez, cuando se encienden los spots del escenario y se dispone a compartir su odisea de vida con el público, vemos a un ser que está quieto, sentado y lleva puesto un saco de color al revés, que recuerda a un chaleco de fuerza. Pero, en apariencia, Benítez no está loco. Aunque quienes compartieron su vida con él, piensan que sí. O que debido a sus imprevistas reacciones, es mejor estar prevenido. Ocurre que el hombre, digámoslo así, tiene el poder de romper, de hacer trizas (no se sabe si con la fuerza de su pensamiento), objetos, vasos, estatuas, que lo rodean cuando él está cerca. Lo primero que pulverizó fue su mamadera de vidrio, cuando era bebé. Luego su madre lo llevó a una curandera y allí hizo pedazos, solo con su presencia, sin tocarla, una estatua de la virgen María Desatanudos, despertando la furia de la mujer, que lo echó a él y a su madre. Pero el colmo llegó durante su fiesta de casamiento, cuando hizo que estallaran 13 copas. No conforme con eso, al cortar la torta de “tres pisos” con su flamante esposa, para convidar a los invitados, terminó convirtiéndola en migajas. Mientras su chica, furiosa, le gritaba: “Sos un destructor de la vida cotidiana”.

La pregunta es: ¿Que nos quiere decir este señor, sentado en un sillón, que por instantes se para y baila con la música de Bowie? Lo que nos ilustra Dardo Benítez es una supuesta entrevista de trabajo, con un señor al que él le dice Mr., pero al que no vemos. El protagonista se mueve en un perímetro bien delimitado: un cuadrado o rectángulo bordeado por lucecitas que de acuerdo al ritmo de la música se encienden o se apagan. En ese mismo ámbito hay tres sacos de colores, uno de ellos es rojo como el sillón y tres vasos de jugo de naranja. De Benítez puede decirse que es como un cobayo en una “pecera”. De lo que haga y diga allí, el que está afuera observándolo, se presume que lo considerará apto para la tarea requerida. La búsqueda de Mr. apunta a un hombre que se desempeñe como un “infiltrado”, o un agitador, aprovechando sus dotes innatas para destruir compulsivamente. Lo cuenta Benítez, algunas de las funciones para las que se lo necesita es para provocar caos en barrios carenciados, destruir negocios de inmigrantes chinos y la lista va in crescendo.

La dirección de Cecilia Propato Carriére es minuciosa, fue “moldeando” minuto a minuto a su protagonista: sus gestos, los movimientos, el baile, la indiferencia del sujeto, sus silencios y su casi burla cuando los otros lo increpan por sus roturas. Hay algo impúdico y políticamente incorrecto en este curioso personaje, al que Rubén De la Torre le aporta exquisitos matices interpretativos. El acierto de la pieza es cómo la autora, mediante un simple diseño dramático logró crear un personaje tan reconocible y disonante, que goza destruyendo y no se inmuta.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/teatro/como-evitar-romper-las-cosas-una-comedia-tenida-de-absurdo-y-provocacion-nid19112024/

Comentarios
Volver arriba