Cómo consiguió Renault la inversión para la nueva pick up en la Argentina: la historia de una negociación de cinco años
Todo empezó en octubre de 2019, hace cinco años. Pablo Sibilla, presidente y director General de Renault Argentina, era en ese momento director de Finanzas de la automotriz para la región, y ya ...
Todo empezó en octubre de 2019, hace cinco años. Pablo Sibilla, presidente y director General de Renault Argentina, era en ese momento director de Finanzas de la automotriz para la región, y ya tenía claro que su próximo destino sería presidir la filial local. Convencido de que la fábrica de Santa Isabel de Córdoba debía cambiar su perfil, le propuso a su jefe, Luiz Fernando Pedrucci (quien sigue liderando Renault América Latina), la idea de pelear por una inversión para fabricar un nuevo utilitario: una pick up de media tonelada. Fue el punto de partida del proyecto Niágara, la nueva camioneta que saldrá a la luz en 2026, luego de una inversión de US$350 millones para montar en la planta la nueva plataforma RGMP (Renault Group Modular Plataform).
“Estamos avanzando. A fin de año vamos a hacer la parada técnica en la planta y empezaremos a traer herramental y robots para adaptar la fábrica para el proyecto. Estamos invirtiendo en herramental de proveedores también”, señala Sibilla sobre el estado del proyecto, anunciado hace dos meses. Con el inicio de producción fechado para el segundo semestre de 2026, el objetivo es alcanzar las 65.000 unidades anuales a “velocidad crucero” y, si las circunstancias acompañan, ir por más.
En una entrevista con LA NACION, el presidente de Renault cuenta cómo fueron las negociaciones desde adentro para conseguir la inversión para Santa Isabel. “En una charla con Pedrucci, me dice: “Ya que vas a ser el CEO de Argentina, estaría bueno definir cuál será la vocación de Santa Isabel” –recuerda Sibilla-. Hasta ese momento, los proyectos que iban avanzando respondían a una decisión industrial, más que a una estrategia que buscara otros objetivos, además de fabricar un auto. Armamos un pequeño grupo de trabajo con gente de la Argentina, sin decirles que iba a ser el CEO, y empezamos a trabajar”.
En esa charla se definió también el perfil de la planta, más allá del modelo que pretendían traer. “Decidimos que lo ideal era que se especializara en utilitarios, para correrla de la competencia con Brasil. Definido eso, pensamos en una pick up de media tonelada, en ese momento, una sucesora de la Oroch. Pero el proyecto Niágara no va a ser sucesor de la Oroch, ambas pueden convivir. Ahí no lo sabíamos, no existía todavía el producto”, afirma Sibilla.
El entonces director regional de Finanzas presentó el proyecto en octubre de 2019, ante el comité de América Latina, con todas las áreas de la automotriz representadas. “La reacción de todos mis colegas fue muy buena. Uno de los principales puntos de la pick up era cambiar el perfil de la fábrica a una planta exportadora. Ahí nos alineamos y empezamos a trabajar, cada uno con sus interlocutores en París”, cuenta.
Cuando llegó Luca de Meo (CEO global de Renault) en 2021 por primera vez al país, le presentaron el proyecto con la misma conclusión para la fábrica. “Luca lo entendió en el momento, y a la salida en una conferencia de prensa dijo que en la Argentina se fabricaría un vehículo de una nueva plataforma que sería exportado en un 60 o 70%”, destaca el ejecutivo.
¿Cómo continúa un proceso de estas características? Ahí, hay que ir superando etapas, “milestones” (hitos) en la jerga interna, explica el presidente de Renault. El primer paso es el diseño: se trata de una pick up que nacía de cero. Los diseñadores trabajan en equipos, y cuando está definido el diseño ganador, se hace una maqueta en tamaño real del vehículo y luego se procede a la “numeralización”: el diseño de todas las piezas.
“Este proyecto representa esas pocas oportunidades que uno tiene en la vida de ver un proyecto desde el momento cero –resalta Sibilla-. A todos los presidentes de automotrices nos tocan lanzar autos, pero muchos de esos modelos ya estaban previstos, o existen en otros países. Acá es algo de cero. Te toca una vez, si uno tiene suerte”.
Una curiosidad del Niágara (no es el nombre definitivo que tendrá la pick up): cuando se hizo el concept presentado en Brasil en octubre de 2023, el diseño definitivo ya estaba aprobado. “De hecho, la pick up definitiva ya está lista, pero en maquetas. Lo interesante de esto es que como la Argentina será el único lugar en donde se fabrique, no hay todavía ninguna unidad hecha. No es que estamos trayendo una de otro lado para probarla”, explica el número uno de la automotriz.
La simultaneidad del concept con el diseño definitivo es más frecuente de lo imaginado, por lo que cuenta. Por ejemplo, cuando se exhibió el prototipo del nuevo Renault 4 en el Salón de París de 2022, ya estaba listo el modelo final recientemente presentado. También ese año, en las oficinas centrales de Renault, había cobrado forma la maqueta del proyecto Niágara.
Cómo será- ¿El diseño de la pick up tendrá cosas del reciente Renault Kardian, dado que comparten plataforma? ¿A qué se va a parecer?
- Creo que habrá un código de familia. Cuando miras cualquier auto de Renault en Europa hoy, los interiores, por ejemplo, te das cuenta de que indudablemente son un Renault. Un Megane, un Austral, un Rafale… Lo mismo el Renault 4 y el 5. Tendrá ese código de familia (la pick up), ese ADN, con las futuras evoluciones que vengan también.
- ¿Peligró en algún momento el proyecto? ¿Cuáles fueron los momentos más difíciles?
- Un proyecto a largo plazo se hace sin mirar o mirando muy poco lo que está pasando en ese momento con la economía. Se toman proyecciones a 2030 o más, que en realidad sirven de poco también en una economía como la argentina. Se definen escenarios, y se piensa en el largo plazo. En ningún momento el vehículo peligró. Había un consenso muy grande en América Latina y a nivel del grupo, de que el proyecto era muy importante. Sí tuvimos que surfear algunas olas importantes, como cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania, que puso en alerta a muchas compañías por su impacto. Además, Renault se fue de Rusia, un mercado muy importante para el grupo, en el que había invertido mucho. Por suerte, a este proyecto no lo puso en riesgo todo eso. Igual, no voy a decir que no tuve un poco de temor en ese momento.
De nuevo, la solidez del proyecto, en el sentido de que busca que la planta de Santa Isabel se especialice en vehículos utilitarios para la exportación, fue una fortaleza que le permitió navegar por momentos turbulentos de la economía mundial más o menos indemne.
- ¿A cuántos países se exportará?
- Se exportará primariamente a la región, de México para abajo, pero no cerramos la puerta a buscar otros países. Vamos a tratar de exportar a donde se pueda. Por eso el desafío de la competitividad es tan importante. Al minuto siguiente de hacer el anuncio, nos pusimos a organizar reuniones que son casi semanales para monitorear la evolución del costo del vehículo y buscar oportunidades de mejora, en logística y otras cosas. La idea es que la pick up tenga el mejor costo posible para llegar a la mayor cantidad de mercados posible. El objetivo es ir a buscar más de 65.000 unidades (de producción) si podemos.
- Cuando se habla de costos, uno piensa en los impuestos y la infraestructura logística…
- Sí, infraestructura, transporte… Con los proveedores hemos trabajo muy bien. En infraestructura, el flete interno para llegar a los puertos cuesta más que el flete internacional. Ahí hay un tema a trabajar. Estamos pensando en una idea embrionaria, que es volver a activar la exportación de vehículos por ferrocarril. Tenemos en otros países donde opera Renault plantas de las que los autos salen en tren hacia los puertos. Eso permitiría mejorar mucho el costo interno.
- Después de tanto tiempo, ¿cómo fue el momento en el que el proyecto recibió la luz verde definitiva y de casa matriz dijeron “ya está”?
- Estábamos con el comité de dirección armando el pre show del Renault Kardian, antes de su lanzamiento, en julio. En un momento, tuve una reunión separada con el comité de dirección de América Latina, y Luiz (Pedrucci) nos dice que tenía el ok del CEO para anunciar el proyecto. Cuando volví, junté a todos los directores locales y les dije que tenía una noticia para darles. Hubo brindis, aplausos y abrazos… Tuvimos que contener la ansiedad de salir a contarlo hasta septiembre, porque en agosto estaba el lanzamiento del Kardian y no lo queríamos contaminar.