Un sistema meteorológico complejo se extiende por gran parte de Estados Unidos en este momento, lo que da lugar a una variedad de condiciones climáticas adversas a lo largo del sábado 16 de noviembre y el fin de semana. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), las nevadas significativas serán las protagonistas en las zonas montañosas del oeste, mientras que el riesgo de tormentas eléctricas e inundaciones repentinas abarca otras regiones. Asimismo, la tormenta tropical Sara avanza en el mar Caribe y amenaza las costas de Belice y el estado mexicano de Quintana Roo.

Las Montañas Rocosas y la Cordillera de las Cascadas se preparan para recibir fuertes nevadas a partir de este viernes. Se esperan acumulaciones de al menos diez centímetros de nieve en las zonas más elevadas, con acumulaciones localmente superiores en las cimas más altas. El NWS emitió avisos de clima invernal para estas áreas, ya que las condiciones de poca visibilidad y las carreteras resbaladizas pueden dificultar los desplazamientos.

Para las Montañas Rocosas Centrales, se pronostican nevadas moderadas durante el sábado. Las zonas más elevadas tienen una alta probabilidad (más del 70%) de recibir al menos diez centímetros de nieve.

Por su parte, en las Cascadas, un fuerte sistema frontal se moverá hacia el interior del noroeste del Pacífico a principios del fin de semana, lo que traerá consigo la posibilidad de fuertes lluvias y nevadas en la zona montañosa de Washington y Oregón. Se emitieron avisos de tormenta invernal para estas zonas debido a las posibles acumulaciones totales de nieve de entre 30 y 60 centímetros, con cantidades localmente más altas en los picos más altos.

Riesgo de tormentas eléctricas e inundaciones repentinas en Texas y las llanuras del sur

Mientras las montañas del oeste se cubren de nieve, las llanuras del sur enfrentan un riesgo diferente. Se espera que un sistema de baja presión se desarrolle sobre el oeste de Texas el domingo por la noche, lo que provocará fuertes lluvias y tormentas eléctricas a lo largo de la semana siguiente. Las zonas más afectadas podrían ser el Panhandle, el norte del estado y el centro de Oklahoma.

Las lluvias intensas pueden provocar inundaciones repentinas, especialmente en áreas urbanas y con mal drenaje. Además, algunas tormentas eléctricas podrían ser severas, con granizo, rayos frecuentes y ráfagas de viento dañinas.

Vientos y lluvias para el noreste de EE.UU.

En el este de Estados Unidos, dos sistemas de tormentas separados que rozan las regiones costeras mientras una gran área de alta presión se acumula en los Grandes Lagos y se desplaza sobre los Apalaches para el domingo, serán los responsables de las condiciones climáticas durante este fin de semana.

Vientos con ráfagas y lluvias localmente fuertes son posibles a lo largo de los Outer Banks de Carolina del Norte y la costa circundante del Atlántico Medio este viernes, debido a un sistema de baja presión que se profundiza rápidamente, pero que se aleja con la misma celeridad hacia el Atlántico abierto.

Las lluvias y los vientos fuertes serán efímeros a medida que la tormenta se precipita hacia el este hacia el océano Atlántico, con condiciones ventosas que permanecerán debido a un gradiente de presión estrecho relacionado con la alta presión sobre los Grandes Lagos.

Entre estos dos sistemas, una zona muy seca y ventosa del noreste persistirá, lo que provocará algunos días más de preocupación por incendios forestales. Las condiciones se mantendrán propicias para el desarrollo de fuego durente el sábado, debido a una fuerte brisa del noroeste y una baja humedad relativa, incluyendo las principales ciudades de la I-95 entre Filadelfia y Boston.

La tormenta tropical Sara avanza hacia las costas de Belice y Quintana Roo

Si bien aún no afecta directamente a Estados Unidos, la tormenta tropical Sara merece un monitoreo cercano debido a su potencial impacto en Centroamérica. Ubicada actualmente al norte de Honduras, el pronóstico de ZoomEarth prevé que se dirigiría hacia Belice, con posibilidad de afectar levemente el estado mexicano de Quintana Roo.