Claudio Zuchovicki: Por qué es momento de “jugársela” por un crédito hipotecario y cuándo llegará la recuperación
Los problemas de institucionalidad, las inversiones en el país, el dólar, los créditos hipotecarios, los impuestos y lo que deparará el segundo semestre. Estos fueron los principales temas sobr...
Los problemas de institucionalidad, las inversiones en el país, el dólar, los créditos hipotecarios, los impuestos y lo que deparará el segundo semestre. Estos fueron los principales temas sobre los que se explayó Claudio Zuchovicki, analista económico, en una charla exclusiva para suscriptores de LA NACION con la periodista Florencia Donovan.
El analista comenzó refiriéndose a la “batalla cultural” y el apoyo popular hacia Milei, que se basa no tanto el futuro como en “el espanto del que se venía”. “El pedido es ‘sacame de acá'. ¿Hacia dónde? Yo lo resumiría en un punto en donde va a ser muy desigual para la gente, porque hasta ahora, quien manejaba las conductas era el que dominaba la oferta. Ahora se empodera la libertad del consumidor. Eso cambia un poco las reglas del juego: no se depende de un Estado que dé asistencia. Lo incierto es si la sociedad está preparada para ese cambio. Yo creo que va más como batalla cultural a las libertades de decisión individuales por encima de los sistemas corporativos”, explicó.
La cuestión social tiene, para el especialista, una gran relevancia en la búsqueda de inversiones también, ya que la sostenibilidad de los cambios y planes económicos depende de qué tan de acuerdo esté la gente. “Algo permanece si tenés la conducta de decir ‘quiero ir para allá', y voy para allá, no si cambio cada dos minutos de carril”, sostuvo.
Además, opinó que hoy las instituciones que avalan instrumentos —cheques, hipotecas, contratos—, no generan confianza. “Lo grave no es si vienen o no inversiones, el problema es la tasa de retorno que te piden. Negocios va a haber siempre. ¿Qué significa la tasa de retorno? En cuántos años quieren recuperar una inversión. En Japón, el price earning son 80 años. En Estados Unidos, 22 en promedio. En Brasil, nueve. Acá son tres, cuatro años, porque cambian las reglas del juego”, explicó.
¿Cuándo se va a reactivar la economía y cómo ve el segundo semestre? “El 3 de julio a la siete de la tarde”, bromeó, y remarcó que la reactivación depende de que crezca el PBI, por lo que las variables que deben mejorar son las que lo componen: consumo, gasto público, inversión, exportaciones e inversiones.
La balanza comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) es positiva, es decir, hay ingreso de dólares. El foco debe estar puesto, entonces, en el gasto público, las inversiones y el consumo.
“Consumo es lo que más traccionó para abajo. ¿Cómo se puede reactivar? Para mí el milagro es el superávit fiscal. Si lo hacés como política, significa que el Estado se corre del medio, no toma más plata. Y los bancos van a tener que trabajar de bancos y dar préstamos. Si mañana te ofrecen un crédito al 28% anual, y todos creemos que la inflación de acá a un año va a estar arriba del 40%, eso puede ser un motorcito del consumo”, opinó.
El crédito hipotecario, por caso, tendría repercusiones en más de un sector, por la cadena de consumo que generaría: si se compran inmuebles, se reactiva la construcción, quienes construyan van a demandar materiales —plástico, vidrio, cemento—, mano de obra, etc. “Lo que más tracciona es la construcción”, remarcó.
Además, aconsejó “jugársela” por el crédito hipotecario UVA al comparar el gasto de alquiler con la cuota del préstamo. Tras la derogación de la ley de alquileres, los valores se terminan ajustando por inflación. El crédito UVA está en 5% más la inflación. “Si a esto se le sumara un ahorro, ante la posibilidad de comprar una propiedad, la cuota de la hipoteca terminaría siendo similar a la del alquiler, con el beneficio extra de quedarse con un metro cuadrado”, explico Zuchovicki, y completó: “El problema no viene por el posible aumento de la UVA, ya que los alquileres también subieron, sino por los salarios”.
En este sentido, dijo, es muy probable que los precios de las propiedades aumenten, porque ningún bien puede mantener por mucho tiempo un valor inferior al de reposición. En la Argentina, el alto costo del metro cuadrado, sumado a la incidencia de la tierra (lugares donde la gente se siente más segura, por ejemplo), repercute en los costos de construcción, que son elevados. Esto puede llevar a que se deje de construir y se incremente, en consecuencia, el mercado del usado. “Comprá usado, sacá un crédito hipotecario, y después, si en dos años te lo replanteás, vendés la propiedad, cancelás la hipoteca y volvés a alquilar, si la ecuación te sirve. Hay un momento de la vida en la que te la tenés que jugar, y este es uno”, aseguró.
Respecto de los bonos argentinos, planteó un escenario en donde estos deberían llegar al 65% o 70% de paridad, ya que, teniendo en cuenta la balanza comercial positiva y el superávit fiscal, no se justifica un riesgo país que ronde los 1300 puntos, sino que debería estar más cerca a los 800. De todas formas, los bonos pagan hoy un cupón de interés entre 4% y 4,5% en promedio. “La ganancia está por el capital, no por el interés que voy a cobrar. Ahora es tu decisión, cuánto tenés para ganar y cuánto para perder”, agregó.
Sobre el cepo y el impuesto PAIS, planteó que van a ser levantamientos graduales, para ir tanteando al mercado, “porque si te sale mal y se te escapa un poco el dólar, perdés tu contrato con la sociedad de bajar la inflación”, afirmó.
“Te defino mercado: confianza y expectativa. El político vende esa credibilidad si dice lo que va a hacer. Yo creo en ese lado, que una vez que tenga superávit fiscal, en vez de aumentar el gasto o repartir plata, va a bajar impuestos distorsivos: al débito, al crédito, impuesto PAIS, retenciones”, respondió al ser consultado sobre la política impositiva de Milei.
También se refirió a otro de los temas centrales del Gobierno: la dolarización. Según consideró, es más probable que el Gobierno vaya a una “convivencia de monedas”, lo que implicaría que la divisa extranjera deje de usarse meramente como cuenta de ahorro y pase a tener un rol como unidad transaccional.
Por último, se expresó sobre la necesidad de que se promulgue la Ley Bases para que se generen cambios de fondo a partir de la desregulación y la reforma laboral. Mucho de lo que suceda en este sentido “va a repercutir en el índice de popularidad de Milei, que hoy es muy alto, pero la pregunta es hasta cuándo se le va a tener paciencia”, opinó.
“Hoy, el 50% quiere creer, ¿porque lo ama? No, porque se acuerda de lo anterior. La gente fue muy defraudada, le mentían en la cara, se quedaban con la plata. Te decían que la vacuna Pfizer te iba a sacar la soberanía, y murió gente. Fue la vacuna más aplicada y no se llevaron los glaciares. La gente se acuerda”, concluyó.