La baraja se reparte y la literatura se expresa a través de las cartas: Marguerite Yourcenar regala sus frases a través de un oráculo, al igual que Silvina Ocampo, Agatha Christie y decenas de autoras cuyos escritos figuran entre las nuevas propuestas que fusionan letras, arte y juego: los naipes literarios. Ilustraciones, poemas y efemérides también son parte de un menú en el que la creatividad y el azar hacen el resto.

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En librerías, jugueterías y locales de diseño, estos libros-juego de historias y escritura ocupan sus espacios. “¿Qué aroma sientes?” o “¿cuál es el primer color que ves en la mañana?” son algunas de las preguntas que las cartas de invención de haikus proponen como disparadores en una baraja ideada por la escritora María José Ferrada. En Breton, un mazo ilustrado por Pablo Bernasconi, los participantes disponen de distintas opciones de juego inspiradas en técnicas tomadas del surrealismo, como el cadáver exquisito, el collage o la escritura automática.

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Echada la suerte, también es posible adquirir saberes o recrearse con naipes que hablan de efemérides impensadas como el día del arquitecto fugaz, el del trepador de árboles o el de la viajera del tiempo, o poner a prueba cuánto se sabe sobre artes culinarias con Delicatessen, una baraja concebida como una prolongación y complemento de los libros de Paulina Cocina.

Varias editoriales han apostado al formato. Gloria Claro y Ariel Marcel, de Editorial Tinkuy, creadora de una vasta oferta de barajas, comentan al respecto: “Nuestros juegos literarios están pensados para crear historias jamás contadas, encontrar palabras, interactuar con la poesía de una manera diferente y pensar de forma lúdica. Son como un puente a los libros y la lectura, y se pueden llevar a la escuela o de viaje o jugar con ellos en una sobremesa o en una reunión con amigos, porque no requieren wi-fi”.

Para autores e ilustradores, las barajas abren nuevas posibilidades para la expresión y difusión de sus obras. “Trabajar con esa limitación del dispositivo fue un ejercicio creativo súper rico”, señala Marian Ruiz Johnson, artista gráfica de los juegos de cartas Myriorama y Efemérides Secretas. Acostumbrada a ilustrar libros, la autora cree que el formato naipe comparte parte de la lógica secuencial y narrativa del álbum, “a la vez que abre otras posibilidades de lectura”.

Poesía, oráculos y versos desencontrados

Con la cita de Cecilia Pavón que sugiere que “la literatura es magia” capaz de ”iluminar algo que está sucediendo”, el Oráculo literario editado por FERA ($29.900) recupera el legado de “escritoras enigmáticas y sus mensajes por develar”. Ideado por Agustina de Diego con arte gráfico de Yamila Yjilioff, el mazo reúne citas y retratos de autoras de más de quince países, desde Shirley Jackson y Samanta Schweblin a Simone de Beauvoir, Idea Villariño o Alejandra Pizarnik, junto a un dossier que profundiza en las temáticas de las obras de estas mujeres y recomendaciones para leerlas.

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“Este oráculo busca visibilizar a mujeres escritoras y puede ser una guía a la hora de elegir tu próxima lectura al ver qué carta y qué autora te sale. Es una propuesta que une lo lúdico con lo literario”, señala Vicky Benaim, cofundadora de la editorial y cocreadora, junto a Mara Parra, del Oráculo de mujeres autoras ($29.900) ilustrado por Josefina Schargorodsky. Esta opción reúne 44 cartas sobre mujeres de la historia retratadas en el libro de autoría colectiva Mujeres autoras, entre ellas Frida Kahlo, Virginia Woolf, Simone de Beauvoir y Clarice Lispector, “musas que nos acercan un mensaje para la vida”. El juego comienza al definir cada participante qué desea preguntar a las cartas, elegir una tirada y proceder a su lectura. “Empezamos con los oráculos y barajas tímidamente y hoy es una colección que no para de crecer y que tiene muy buena respuesta en nuestro público”, destaca la editorial.

El despliegue poético en las barajas abarca a múltiples autores. En la colección de tarot y poesía de Santos Locos vuelcan sus versos Tamara Grosso, Inés Púrpura y Gustavo Yuste, mientras que la línea de Poesía a la carta de Tinkuy ofrece lo propio con poemas de María Teresa Andruetto, Laura Devetach y Gustavo Roldán. “Cada cual se sirve de su propia mano y deja que la poesía, que siempre viene a decirnos algo, haga de las suyas para revelarnos otra manera de ver y pensar la vida”, señala la editorial. En la baraja de Devetach, los poemas se cruzan en el juego con hexagramas del I Ching, mientras los versos de Roldán dialogan con expresiones del lunfardo.

El mazo Versos desencontrados, una selección de textos de Alfonsina Storni realizada por Laura Forchetti, persigue el anhelo, a través del juego, “de seguir dando voz” a la obra de la célebre escritora. En tanto, en la baraja de Invención de Haikus, la poeta chilena María José Ferrada propone un encuentro con la poesía japonesa para crear versos propios a partir de preguntas y consignas.

La oferta de Tinkuy (los mazos cuestan $8.000) se completa con otros juegos como el Ping Pong Literario, pensado para conversar sobre libros, literatura y temas afines; Palabrerío, un “Tutti Frutti” que cruza letras con temas poéticos para “palabrear”; o Listas las listas, una invitación a crear listados a partir de la combinación de categorías al azar de forma oral o escrita, en grupo o individual.

Terror, historias gráficas y sabores

Gran parte de las barajas atraen especialmente desde lo visual al nutrirse de piezas de arte creadas para disparar narraciones y multiplicidad de lecturas. Entre ellas, Breton es un mazo compuesto de 45 ilustraciones de Pablo Bernasconi con varias opciones lúdicas para crear historias.

En Myriorama - La biblioteca infinita, con dibujos de Mariana Ruiz Johnson, el desafío pasa por crear relatos inspirados en las imágenes. Fue diseñado sin texto escrito para que los más pequeños puedan jugar y armar historias aún sin saber leer. Como particularidad, el diseño imprime a todas la cartas una misma línea de horizonte con múltiples combinaciones posibles sobre un mismo escenario. De armarse una historia con los 50 naipes, el resultado puede alcanzar una longitud de tres metros. Ruiz Johnson es también autora gráfica de Efemérides Secretas, un mazo con alusiones a aniversarios inspirados en hechos reales y ficticios. “Habíamos pensado la propuesta con Nicolás Schuff en forma de libro desplegable y Tinkuy sugirió llevarla al formato de mazo”, cuenta la artista.

¿Qué hace un hombre con una sardina en la cabeza? Bajo esta pregunta que da título al juego, la baraja creada por Raúl Guridi fue ideada a base de imágenes y textos que encuentran sentido cuando los participantes dan rienda suelta a la imaginación.

Contame terror es un mazo que pone en juego “esas sensaciones que se despiertan” al compartir historias de miedo e invita a crear “con personajes que atemorizan”. El juego termina, según advierten, “cuando las cosas se ponen muy tenebrosas o, por qué no, al llegar hasta las últimas consecuencias”. Las escenas pueden ser también dramatizadas.

En Casting de personajes, ilustrado por Cristian Turdera, diversos seres compiten para formar parte de “una nueva historia que un reconocido y admirado escritor está desarrollando”, mientras que en Posdata, de Alejandra Correa, la propuesta es reconectar con lo manuscrito a través de la escritura de cartas.

“El soporte del naipe permite otro acercamiento al texto poético, al texto literario, a la ilustración. Hay gente que quizás se acerca a través de un juego a lo literario y no a través del libro. También se puede generar un puente entre ambos formatos: el libro en papel y el juego de cartas, enriqueciéndose mutuamente, y a veces uno es la puerta hacia el otro. Es una oportunidad para encontrar poesías, historias e ilustraciones bellas a través de un soporte distinto”, destaca Gloria Claro, de Tinkuy.

Ariel Marcel, de la misma editorial, también menciona “una característica que tienen los juegos por el formato en sí, que es la rejugabilidad, esto de poder sacar naipes al azar y que el juego no se agote en un día o en varios, porque siempre te da una nueva oportunidad”.

Con 78 arcanos inspirados en célebres creadores, el Tarot de Artistas (FERA; $29.900) convierte, entre otros, a Jeff Koons en El Mago; a Henri Matisse en El Enamorado; a Frida Kahlo en La Fuerza, a Banksy en La Torre y a Vincent Van Gogh en El Mundo. “De la mano de estos artistas podrás recorrer cada etapa del camino del héroe y develar los secretos que se esconden tanto en sus vidas como en sus obras”, destaca la editorial sobre esta propuesta de Vicky Benaim ilustrada por Amadeo Seguy.

Entre los naipes también hay opciones para poner a prueba los conocimientos de los jugadores con preguntas y respuestas. Delicatessen, editado por FERA ($24.900) e inspirado en los libros de Paulina Cocina, permite ser consciente sobre cuánto se sabe sobre cocina y gastronomía. Lo mismo ocurre con El gran sabor argentino, editado por Angirú ($19.800), una experiencia educativa para explorar y aprender sobre comidas típicas de todo el país. En este caso, la apuesta de la editorial reside en “recuperar lo analógico, las preguntas y respuestas fuera de una app, y apostar a la magia del encuentro entre generaciones alrededor del juego”.