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Caminos cruzados: un viaje de búsqueda y redención hacia la febril Estambul

Caminos cruzados (Crossing, Suecia/Georgia/Turquía/ Francia/Dinamarca/2024). Guion y dirección: Levan Akin. Fotografía: Lisabi Fridell. Edición: Levan Akin, Emma Lagrelius. Elenco: Mzia Arabuli...

Caminos cruzados (Crossing, Suecia/Georgia/Turquía/ Francia/Dinamarca/2024). Guion y dirección: Levan Akin. Fotografía: Lisabi Fridell. Edición: Levan Akin, Emma Lagrelius. Elenco: Mzia Arabuli, Lucas Kankava, Deniz Dumanli, Nino Karchava, Levan Bochorishvili, Sema Sultan Elekci. Calificación: apta para mayores de 13 años con reservas. Distribuidora: Maco Cine. Duración: 106 minutos. Nuestra opinión: muy buena.

“Estambul parece el lugar al que la gente viene a desaparecer”. La voz de Lia (Mzia Arabuli) sentencia el espíritu de una ciudad en la que ella misma se mueve como un fantasma. Lia recorre con paciencia sus calles empinadas y pobladas de gatos que deambulan y curiosean. Ingresa en mercados abiertos, pasillos atestados, restaurantes ensordecedores. El rugir de la ciudad la acompaña y la envuelve en una búsqueda cuyo destino aún no conoce. Lia es una maestra georgiana, jubilada desde hace tiempo, quien ha salido a buscar a su sobrina luego de la muerte de su hermana. Es la única familia que le queda, le dice a Achi (Lucas Kankava), un joven tan georgiano y solitario como ella, atrapado en la casa de su hermanastro, en el pueblo de Batumi. Juntos parten hacia Estambul, en una mutua compañía distante y plagada de sospechas. ¿Sabe Achi dónde se encuentra Tekla, la sobrina de Lia? ¿O su compañía es apenas un engaño para buscar su propia suerte en Estambul, aquella tierra de misteriosas desapariciones?

Dirigida por Levan Akin, cineasta sueco de origen georgiano, Caminos cruzados es un melodrama del camino, o una road movie impregnada de emociones. Una historia de viajes y desencuentros, un mapa de caminos que se cruzan sin saberlo. Lo que sí sabe Lia es que Tekla es una mujer transgénero, expulsada de Batumi con desprecio y arrancada de la vida de su hermana con un dolor que la persiguió hasta su lecho de muerte. La búsqueda de su paradero es fruto de una promesa, pero también de una reparación. Para recomponer su propio recuerdo y unir las piezas de esa familia rota. Para Achi, su familia también quedó incompleta cuando su madre se fue hacia Estambul, por lo cual su rol de intérprete y guía del viaje de Lia es un poco una excusa para su propio travesía, para su propia búsqueda de esa madre perdida.

Pero Caminos cruzados es también una película que tensa el peso de la tradición con la intimidad de los personajes, algo que el director Levan Akin ya había conseguido en su premiada And Then We Danced (2019), eje de numerosos debates en Georgia sobre la posible inclusión de un bailarín gay en el Cuerpo de Danza Tradicional del país. Akin traza un fresco vibrante de esa región del mundo, con sus fronteras porosas y sus viajeros siempre en tránsito. La zona roja de Estambul, la comunidad trans, los circuitos esquivos al turismo, la búsqueda de otros que se han perdido. Su película es termómetro de este tiempo, y en el mismo gesto de actualidad, está impregnada de sentimientos que perduran, que no se pierden con el paso de los años, con la presión del olvido.

También Evrin (Deniz Dumanli), una abogada activista que recorre esa agitada Estambul, cruza por las mismas esquinas que Lia y Achi. También ella emprende un viaje en ferry por las mismas aguas, y enfrenta el abandono de un novio ingrato, el maltrato de la policía, el desamparo de los otros que una vez también fue el propio. Todos los caminos se cruzan, como en un laberinto que no tiene principio y final, donde la circularidad condimenta los destinos con el mejor sabor del melodrama. Con los colores y la energía de Estambul, y eso sí: con la más nostálgica de las canciones turcas.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/caminos-cruzados-un-viaje-de-busqueda-y-redencion-hacia-la-febril-estambul-nid25072024/

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