Generales Escuchar artículo

Batalla cultural: María Elena Walsh y Canticuénticos le ganaron la pulseada al Gobierno

Luego de las protestas por la decisión de la Secretaría de Educación de la Nación, a cargo de Carlos Torrendell, de eliminar el poema de María Elena Walsh “En una cajita de fósforos” y la...

Luego de las protestas por la decisión de la Secretaría de Educación de la Nación, a cargo de Carlos Torrendell, de eliminar el poema de María Elena Walsh “En una cajita de fósforos” y la canción del grupo musical Canticuénticos “Hay secretos”, por un “alto contenido de ideología de género” y por contener “elementos que promueven el adoctrinamiento en las aulas”, las autoridades dieron marcha atrás rápidamente y ambos materiales fueron repuestos en el portal Educ.ar, como se comprueba al hacer clic en este enlace.

“Primeros pasos”: la obra icónica que abre la puerta al mundo íntimo de Berni se exhibirá en el Bellas Artes

Ni al más optimista de los libertarios se le hubiera ocurrido que el Gobierno vencería a la autora de El Reino del Revés en la “batalla cultural” orientada ahora hacia la Educación Sexual Integral (ESI). El único antecedente de censura a la escritora y pionera feminista tuvo lugar en 1979, durante la dictadura militar, luego de publicar en el diario Clarín el célebre artículo “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes”.

Hoy prohíben en la ESI a María Elena Walsh y canciones como "Hay secretos" de Canticuenticos, herramientas que han permitido a muchos niños expresar situaciones de abuso. Mañana puede ser el turno de Manuel Puig, García Lorca o de autores y libros que, según algún ente regulador,… pic.twitter.com/zptotZzJTW

— maxi ferraro 🎗️ (@maxiferraro) January 12, 2025

Uno de los primeros en denunciar la eliminación de ambos recursos educativos fue el diputado Maximiliano Ferraro. “Hoy prohíben en la ESI a María Elena Walsh y canciones como ‘Hay secretos’ de Canticuénticos, herramientas que han permitido a muchos niños expresar situaciones de abuso -escribió el domingo pasado-. Mañana puede ser el turno de Manuel Puig, García Lorca o de autores y libros que, según algún ente regulador, ‘perturban’ a nuestros hijos. Así comienza la censura: disfrazada de moralidad. Los contenidos no son los que atrasan o ‘quedan viejos’, los que atrasan son los que toman estas decisiones”.

En diálogo con LA NACION, la escritora María Teresa Andruetto, ganadora en 2010 del Premio Hans Christian Andersen por su obra para niños y jóvenes, describe el traspié gubernamental como un nuevo avasallamiento. “Los ciudadanos de a pie, incluidos maestros, profesores, técnicos, especialistas, denunciamos, firmamos solicitadas, nos pronunciamos públicamente con lecturas o en nuestras redes de comunicación o en nuestros espacios de trabajo, pero poco y nada de todo eso tiene su efecto en las áreas de decisión política -dice-. Es tal el desmantelamiento, el arrasamiento de derechos, que produce azoramiento, porque cada día hay una causa nueva, una razón nueva por la que luchar, una razón que se suma a la anterior y así al infinito, desde el cierre de espacios de memoria hasta el desmantelamiento de proyectos como los de ESI que tanto permitió en la detección de abuso infantil. En medio de eso, canciones que se prohíben, autores o cantantes o actores que entran en una suerte de lista negra. Nunca sabemos hasta dónde se mezclan la persecución ideológica, la maldad, la ignorancia o la estupidez”.

Para la escritora y guionista Gabriela Larralde, censurar a María Elena Walsh es “meterse con el ADN de cuatro generaciones de argentinos y argentinas que nos criamos escuchándola”. “Y desconocer que no existe hoy escuela pública o colegio privado en toda la Argentina, de cualquier clase social, donde las infancias no canten y bailen sus canciones -agrega-. La censura a María Elena Walsh ocurrió solamente en dictadura militar y ahora. Es un hecho aberrante que es cuestionado por toda la comunidad educativa y las familias. El levantamiento de contenidos ESI es ilegal, está siendo vulnerado un derecho de niños, niñas y adolescentes: su acceso, en el ámbito escolar, al cuidado de su integridad y la de otros. Hace muchos años ya que los datos muestran que la ESI tiene una gran aceptación entre docentes, familias y estudiantes. Las familias entendieron que instrumenta una información que de todas formas circula entre sus hijos. Convierte lo susurrado a escondidas en un pasillo en educación a cargo de docentes capacitados para ello; saben que lo que a ellos les da vergüenza o les cuesta las escuelas lo pueden abordar. Los estudiantes lo agradecen”.

El gobierno de la ciudad de Buenos Aires se sumó a la “cruzada” en contra de la ESI propiciada por el Gobierno nacional. La vicejefa del gobierno porteño, Clara Muzzio, explicó en su cuenta de X que se revisarían los contenidos por pedido de algunos padres de estudiantes; otros materiales, dijo, eran “obsoletos”.

“Durante diecinueve años la ley ESI permitió instrumentar una educación acerca de la sexualidad que ya ocurría en las escuelas, pero de manera informal -dice Larralde-. En los baños y pasillos, a escondidas y sin formación docente. Todo intento de vulnerar la ESI es volver a llevar estos temas al ostracismo donde ocurren los abusos, las violencias, las apuestas, la discriminación y los embarazos no deseados, entre otras problemáticas. Aunque quiten los contenidos, los niños, niñas y adolescentes siguen buscando esa información y hoy tienen internet. Lo único que se logra quitando los contenidos ESI y las capacitaciones es dejarlos a la deriva de un algoritmo. Los contenidos que el Gobierno intenta imponer son de una editorial llamada Logos que es totalmente desconocida en el ámbito educativo, mientras que los contenidos seleccionados durante estos diecinueve años representan a decenas de editoriales y autores. Un abanico enorme para que docentes y estudiantes puedan elegir”.

Los libros de Canticuénticos forman parte del catálogo de Gerbera Ediciones, que recientemente obtuvo el premio a la excelencia de la edición accesible que otorga el Accesible Book Consortium y la Organización Mundial de Propiedad Intelectual.

“En un tiempo donde hay que cuidar cada vez más a las infancias, es muy importante que siga estando al alcance de docentes y mediadores el material que les da herramientas para trabajar los ejes fundamentales de la Educación Sexual Integral -dice Fabiana Nola Portillo, directora editorial de Gerbera-. Desde que hubo acceso a dichos recursos, niños, niñas y adolescentes pudieron expresar situaciones que habían violentado su integridad física y psicológica, y los ayudó a entender que nadie tiene derechos sobre ellos, más que ellos mismos. Haber publicado Hay secretos , de la canción de Canticuénticos, es parte del compromiso que asumimos en Gerbera hace diecisiete años: hacer libros inclusivos, accesibles y que respetan las diversidades”.

Gracias 🤗❤️ No sé tienen que guardar los secretos que hacen mal pic.twitter.com/4NgCTbMN3t

— Canticuénticos (@Canticuenticos) January 11, 2025

En diálogo con este diario, la vidececana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, la doctora en Educación Graciela Morgade, sostiene que las decisiones del Gobierno “se tomaron de manera poco informada o desde prejuicios de personas que no son expertas en la ESI”.

“Quiero creer que la ‘batalla cultural’ no incluye la lucha contra el abuso sexual infantil o contra la violencia dentro del hogar -remarca-. Más bien apuesto a que la revisión de contenidos y la revisión de materiales que se propone la Secretaría de Educación de la Nación esté orientada por los contenidos que fueron votados en 2018 y los documentos que se han venido produciendo desde 2006. Por supuesto que los materiales educativos siempre pueden ser revisados y actualizados, diecinueve años en términos culturales es un montón, pero me da la impresión de que esta revisión que se está proponiendo, reitero, es apresurada, es prejuiciosa y además creo también que va a tener una resistencia importante en muchísimos sectores de la comunidad, porque quienes investigamos en ESI sabemos que la enorme mayoría de familias está de acuerdo con que haya un lugar en la escuela en donde se pueda hablar de temáticas que hacen al cuidado integral. Con todos los millones y millones de niños y niñas que hay en las escuelas, es evidente que las familias han apoyado la ESI; de lo contrario, habría habido mucha más resistencia. La ESI no es otra cosa que poder hablar de las sexualidades sin pudor y sin una vergüenza que a veces lo que hace es esconder situaciones de dolor y de violencia”.

En opinión del investigador y profesor en Ciencias de la Educación Guillermo Ramón Ruiz, la ley 26.150 de Educación Sexual Integral, sancionada en 2006, implicó “un avance legislativo en materia de derechos humanos y el inicio de una política de Estado que fue continuada por los diferentes gobiernos”.

“La incorporación de la ESI se encuentra entre los aspectos más positivos de las reformas educativas recientes, ya que promueve una educación para una sexualidad responsable, desde una perspectiva de género que incluye contenidos vinculados con la prevención de problemas de salud sexual y reproductiva, el uso de métodos anticonceptivos, temas sobre identidad de género, diversidad sexual, igualdad de trato y oportunidades para las mujeres”, destaca.

La ESI ha sido una política de Estado, asegura Ruiz. “En 2008, se aprobaron los lineamientos curriculares federales; en 2015, se realizó un diagnóstico de su implementación; en 2018, se iniciaron varias acciones: la creación de referentes institucionales de la ESI, la ponderación de puntaje a los contenidos ESI en las carreras de ascenso docente; en 2021, se puso en marcha el Observatorio Federal de la ESI como un organismo de monitoreo para garantizar la implementación de estos contenidos en todo el país. Estas medidas fueron concertadas entre las autoridades nacionales y provinciales que interpretaban que la enseñanza de la ESI es parte de la formación ciudadana y es entendida además como política de cuidado”.

Atribuye los cuestionamientos del Gobierno a un “encuadre ideológico que conjuga el libertarismo, como una expresión de extrema derecha, con posturas retrógradas en relación con los derechos humanos: el ‘paleolibertarismo’”.

“En este contexto ideológico deben ubicarse las propuestas del Gobierno y de las autoridades de algunas jurisdicciones como la ciudad de Buenos Aires de revisar y modificar la ESI -concluye Ruiz-. Vale recordar las declaraciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel cuando calificó la ESI como una ‘corrupción de menores’ en unas jornadas en el Senado, en las que no participaron especialistas de las universidades nacionales. Estas posturas ‘paleolibertarias’ también explican las críticas a la literatura que se enseña en la educación obligatoria, que sin ningún fundamento pedagógico ni antecedentes históricos denuncian un supuesto adoctrinamiento en la ideología de género por leer algunas obras que han sido distribuidas en las bibliotecas de los establecimientos educativos. En nuestro país, la política alfabetizadora del Estado dio lugar a la promoción de la lectura de obras literarias de los más diversos autores. Para refutar este supuesto adoctrinamiento, destaco mi lectura de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, en la escuela secundaria; además de ser una obra descomunal, se destaca por contener escenas eróticas narradas con una detallada descripción que enriquecen su dimensión artística”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/batalla-cultural-maria-elena-walsh-y-canticuenticos-le-ganaron-la-pulseada-al-gobierno-nid16012025/

Comentarios
Volver arriba