China se convirtió en uno de los países que van a la vanguardia de innovación tecnológica, de eso, no existen dudas. En muchos casos no por sus inventos, sino por el hecho de que mejoran los que ya existen. Uno de ellos es el nuevo tren flotante que se convirtió en la promesa para unir a toda la nación y a Asia. De esta forma, se busca reemplazar a los aviones, con el fin de reducir la contaminación y acortar la distancia entre las ciudades con viajes más rápidos que la velocidad del sonido.

El medio New Atlas, que se especializa en tecnología e innovación, informó sobre el transporte público hipersónico, el cual llegaría a los 2000 km por hora, lo que superaría la velocidad a la que viaja el sonido, que es de 1120 km por hora. Para hacernos una idea, el avión de pasajeros más rápido puede alcanzar unos 885 a unos 933 km/h, esto casi lo duplicaría.

La empresa T-Flight en cooperación con Corporación de Industria y Ciencia Aeroespacial de China (CASIC), emprendió el desarrollo de este tren luego de que Hyperloop, la compañía de Elon Musk cerrara en 2022, en medio del desarrollo de un tren bala moderno. Con el mercado llano y sin una competencia agresiva, los científicos chinos dieron un paso al frente y enseñaron al mundo la nueva era del transporte.

Si trasladaríamos un equipo de estos a la Argentina, un tren de estas características, podría unir a Buenos Aires y a Bariloche en una hora. Lo que, entre otras cosas, ahorraría costos y tiempo. Sin embargo, para que este modelo se expanda por el mundo llevará años, ya que están en una fase de prueba urbana, por lo que comenzarán las instalaciones en pequeñas regiones y ciudades del interior chino.

El tren de T-Flight levita, no utiliza los rieles de la manera tradicional, ya que a través de un sistema de magnetismo, permite a la estructura movilizarse sin el contacto con cualquier otra superficie. En la primera fase, CASIC anunció que alcanzó los 623 km/h. Esto lo transformó en el vehículo terrestre más rápido, por sobre el tren bala japonés, maglev superconductor, que va a unos 603 km/h.

El sistema se compone de una serie de tubos sellados con baja presión de aire. En una primera prueba, instalaron dos kilómetros de esto en la provincia de Shanxi y resultó satisfactorio e inesperado. Los imanes que se encuentran en la vía, expulsan al vagón hacia afuera y hacen que este levite y se mueva hacia adelante, por lo que flota entre los rieles sobre un colchón de aire.

El gobierno chino espera extender la zona de prueba en una red de 60 kilómetros, por lo que la velocidad podría superar los balances previstos y superar así a la del sonido. Según Mao Kai, director técnico del proyecto del sistema de trenes T-Flight con CASIC, señaló: “En la primera instalación, alcanzaremos la velocidad de 1.000 kilómetros por hora para vuelos nacionales y desplazamientos urbanos; la siguiente fase verá velocidades de hasta 2.000 kilómetros por hora para viajes nacionales dentro de la región, y así conectar las zonas económicas de Beijing, Shanghai, Chengdu, Guangzhou y Wuhan”. En las siguientes décadas, el objetivo es unir a los diferentes países de la Franja y Ruta de la Seda en Asia.