Argentina, sin Messi, mostró capacidad de reacción y Scaloni sumó nombres para su libreta
Mucho se habló y se remarcó sobre la necesidad de que la selección argentina se enfrente con rivales de primer nivel en los amistosos de preparación en camino a la próxima Copa América. Sin e...
Mucho se habló y se remarcó sobre la necesidad de que la selección argentina se enfrente con rivales de primer nivel en los amistosos de preparación en camino a la próxima Copa América. Sin embargo, a tres meses del debut en el certamen que se jugará en los Estados Unidos, la modesta Costa Rica la puso en aprietos , con uno de esos impactos que el campeón del mundo no está acostumbrado a recibir. Pero Argentina pasó el sofocón, tuvo tiempo para reaccionar, apareció el oficio de un equipo que tuvo en la formación inicial a ocho integrantes de la inolvidable final en Qatar, y en la segunda parte dio vuelta un resultado adverso para terminar la gira con una victoria por 3-1. Un éxito lógico en lo numérico, porque estaba claro que Costa Rica iba a ser más que El Salvador, y que dejó también varios matices.
La victoria en el Coliseum de Los Ángeles sobre el elenco tico fue, de a ratos, trabajosa. Hubo también algunos lapsos interesantes, un par de estrenos, y la vigencia de Ángel Di María. A pocos meses de despedirse de la selección, y en ausencia de Lionel Messi, fue otro rosarino el que se adueñó del partido. Con 36 años cumplidos hace poco, “Fideo” todavía es una pieza decisiva en la estructura albiceleste. Lo demostró con una ráfaga en la que anotó el gol del empate, una perla de tiro libre que ya había mostrado en partidos de clubes, pero el primero con el equipo nacional porque, claro está, usualmente la prioridad en la pelota parada la tiene el “10″. Di Maria ofreció un homenaje a Messi con un remate perfecto.
Gustavo Alfaro, a sabiendas del estreno de Alejandro Garnacho como titular, dispuso una marca escalonada sobre el sector en el que se iba a desenvolver el extremo de Manchester United. Costa Rica, claramente dispuesta a la contra, encontró un punto de apoyo en las manos del experimentado Keylor Navas, y sorprendió al mundo con el gol de Ugalde, que aprovechó un rebote largo del debutante Walter Benítez, luego de un contraataque que tomó descompensado al equipo argentino. Fue el primer gol que la selección recibió en un amistoso tras más de cuatro años (2-2 frente a Uruguay, en noviembre de 2019). Por un rato, al campeón del mundo se lo vio extrañamente desconcertado.
Hasta que apareció Di María. Un par de ataques claros, incisivos, fueron el preludio de la remontada. Golazo de Angelito y, enseguida, tras un tiro de esquina, Mac Allister tomó un rebote en el travesaño y anotó el segundo. Scaloni terminó de acomodar el tablero: adentro Paredes y De Paul –el volante de Atlético de Madrid es otro indiscutible-, y luego Lautaro Martínez, que terminó con la sequía de casi un año y medio con la selección, y estampó el tercero, otra nota positiva.
“Es un premio a la tranquilidad y al trabajo. Agradezco a los compañeros que siempre estuvieron conmigo. Hay una camada de chicos que vienen con fuerza y en cada entrenamiento le ponen las cosas difíciles al entrenador. Volvimos a competir, en cada entrenamiento se ven la intensidad y las ganas”, dijo el bahiense, después de romper la serie de 777 minutos sin goles con la camiseta nacional. También hubo lugar para el estreno de Valentín Carboni, con diez minutos promisorios, incluida una gran jugada individual en la que casi anota el cuarto.
“He visto un equipo muy maduro, nos encontramos con dificultades, y en el segundo tiempo el equipo tuvo 25 minutos muy buenos. Nos vamos a encontrar muchos de esos partidos, así que nos sirve. No entendimos bien el partido en el primer tiempo, en el segundo lo corregimos”, fue la evaluación de Scaloni. Es cierto que Argentina muy probablemente se topará con más de un rival con un planteo similar al del conjunto tico. Fue buena la recuperación exhibida, porque no son muchas las ocasiones en las que la Albiceleste arranca un partido en desventaja.
Scaloni regresó al Memorial Coliseum de Los Ángeles, un escenario emblemático: allí, en septiembre de 2018, debutó como entrenador de la selección, con un 3-0 sobre Guatemala. De aquella noche volvieron también otros nombres: Lo Celso, Paredes, Tagliafico y Pezzella. Ganó, como aquella vez, pero ahora, con la chapa de campeón del mundo, con una formación que, de a poco, vislumbra cómo será la aventura de jugar sin Messi, con una libreta en la que el DT empieza a sumar apellidos de cara al futuro, y lo bueno es que cuenta con jugadores de características diferentes, versátiles, alternativas más que interesantes de acuerdo al perfil de lo que requiera el entrenador. Más allá de que Scaloni sólo aseguró en la Copa América “al que no vino y al Fideo”, está claro que tiene varios casilleros completos, como también tiene mucho para elegir. Y ese es otro factor positivo que le dejó esta gira en la ruta por Estados Unidos.